viernes, 17 de abril de 2009

El extraño concepto de 'todos'

Para Massa "los adolescentes son un problema". Es bueno saber que somos un problema (me incluyo completamente), porque ya que somos EL problema sería positivo que el Estado se haga cargo de la situación y no solo mediante un Código Penal.

El jefe de gabinete dijo: "estamos sumando esfuerzos para lograr algo que pretendemos todos vivir un poco más tranquilos, sentirnos más seguros y caminar por la calle con menos nivel de angustia".

Está bien plantear que hay que sumar esfuerzos para que todos vivamos un poco más tranquilos y caminemos por las calles sin problemas, pero me gustaría saber cuál va a ser el método. Es decir, ¿van a meter presos a los 'delincuentes'? ¿Esa es la forma de conseguir más tranquilidad para todos?
No hay igualdad de oportunidades y por lo tanto, tampoco de acceder a los derechos que deberían ser para todos. El problema está en que la idea de 'todos' no es literal, sino que se trata de un 'todos' un tanto reducido, el 'todos' que preocupa solo incluye a aquel que participa en la sociedad, el que tiene cosas que pueden ser robadas y es parte del mercado laboral, y por lo tanto no es un 'ocupa', ni un 'villero' ni un 'vago que no quiere trabajar y prefiere robar'.
Son temas complicados los que se están tratando en este último tiempo; solo se busca un bienestar para aquel que tiene algo, es decir, el propietario (el propietario de algo, cualquier cosa), los no propietarios (los que no tienen absolutamente nada) no importan mientras no toquen la propiedad del otro -que sí es parte del 'todos'-.
Pareciera que cuando roban o matan esos invisibles excluidos del sistema se hacen visibles para 'todos' quienes empiezan a notar que hay 'otros', que están ahí, acechando para encontrar el momento oportuno para tomar lo que no es suyo y de paso, matar a alguien, porque no hay que olvidar que se trata de criaturas peligrosas y nocivas[1] que atentan contra 'todos' y 'nadie' puede estar seguro.

Quisiera saber cuántos de los políticos que se están llenando la boca con el 'problema' de la inseguridad y, más precisamente, lo que representan los menores, se les cruzó por la cabeza (o les conviene) pensar cómo es que un chico de 14 años logra 'manejar el negocio de la droga', robar o matar. ¿Dónde estará el error y quienes son realmente los culpables? Esos otros, que parecen tan lejanos y diferentes a uno, son personas, de carne y hueso, con necesidades como 'todos' y deberían tener también las mismas oportunidades que ese 'todo' cada vez más reducido.
Por favor, gobernantes, 'ciudadanos', hagamos un poco de mea culpa.
Y como dijo Kant, SAPERE AUDE!




[1] En el Capítulo III del Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil (1690), John Locke escribe: '[...]Y uno puede matar a un hombre que le hace la guerra o que ha manifestado enemistad contra su vida, por la misma razón por la que puede matar a un lobo o a un león; debido a que tales hombres no se hallan bajo las obligaciones de la ley común de la razón, no tienen ninguna otra regla que la de la fuerza y la violencia y, así, puede ser tratados como bestias de presa, esas criaturas peligrosas y nocivas que es seguro que lo matarán a uno tan pronto como caiga en su poder.

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